La ruta se inicia en el núcleo de Acevedo a 93 metros de altura sobre el nivel del mar, y asciende hasta los 368 metros. Se trata de la ruta más exigente de las tres debido a las fuertes pendientes, a cambio, ofrece unas hermosas vistas sobre los valles del regato de Acevedo, del río Tamuxe y del Río da Cal. En las zonas más abiertas se puede contemplar la desembocadura del río Miño, con la localidad portuguesa de Caminha en el margen izquierdo y el Monte de Santa Tegra en la derecha. Tiene especial interés el tramo del recorrido que baja por el río da Cal, por su belleza natural y por la existencia de varios antiguos molinos.

Los Senderos da Valga están señalizados en ambos sentidos, de modo que se pueden combinar los recorridos de diversos modos.

La ruta circular que conforma el perímetro de las tres rutas, permite realizar un recorrido de 16,1 km que nos llevará a través de bosques, brañas y regatos. Desde las profundidades del valle, hasta las zonas más altas, permitiéndonos incluso contemplar con claridad la desembocadura del río Miño en el Océano Atlántico.